lunes, 18 de junio de 2007

La serpiente, el ratón.

Cuenta la fábula que un pequeño ratón se enamoró de una serpiente.

Siempre rondaba los sitios por los que ella pasaba, besando con sus diminutos bigotes el sitio por el cual se arrastraba.

Muchos le advirtieron de su error, nada bueno podía esperar del depredador.
A veces el se envalentonaba, pensando que con su amor seguro la conquistaba.

El ratón decidió de pronto sin importarle lo que luego pasara, acercarse a ella y decirle que la amaba.

Todo esto a sabiendas, de que cuando se acercara,
cuando tomara las riendas, y su amor mostrara
caería presa de la glotona serpiente, más que sus besos probaría su diente.

Ratón eligió estar un instante cerca de su amor, ya que para él una vida sin ella era mucho peor.

----------------------------------------------------

En un pensamiento quizás extraño, podemos pensar que es la relación perfecta.
Por qué? Preguntareis.

Realmente el Ratón lo dio todo por su amada, ya no había nada más que dar...
La Serpiente sin embargo lo encontraría como un pastelillo más, un pastelillo bastante tonto ya que se puso delante de su boca.

Los dos felices, no creéis?

Imaginaos que... el cuento discurre de otra manera.
La serpiente al ver acercarse al ratón piensa que eso es muy raro, que seguramente es una trampa, y huye de él constantemente.
El ratón le da por pensar que ella es muy tímida y la persigue eternamente.

Así uno eternamente enamorado persiguiendo a la otra que huye por miedo a la trampa...

Los dos infelices, no creéis?

----------------------------------------------------

Desde siempre he doblegado mi mente para no ser el ratón, y siempre lo he conseguido.
Es sano para tu bien estar. Aunque tiene algo negativo.

...y es pesar en la idea de que...

NUNCA podré amar igual que el Ratón.

7 comentarios:

Tamaruca dijo...

¿Y si no eres el ratón (un valiente, digno de Gryffindors), qué eres... la serpiente?

(...)



(Ni de coña, serpiente no te pega nada. A mi sí, ves? Jajaja! Soy una Slytherin infiltrada en Griffindors y secretamente enamorada de Snape, por favor qué desvarío más gordoooo...)

Tamaruca dijo...

Va, ahora en serio. El ratón se entrega al 100%, ama hasta el final. No entiendo porqué crees que no eres capaz de ello, la verdad. Será porque aún no te ha llegado tu "serpiente"

;)

Victoria dijo...

Y yo creía que lo mío era chungo...

el Shysh dijo...

Cómo es que nuestro colega Peter escribe en verso, con lo difícil que es. Esta fábula no hace más que confirmar mis sospechas sobre la identidad de Peter, que lo sepais, cofrades.
Alguien se apunta a un curso de verano de Pársel? Y hasta aquí puedo leeeeeeeer...........

Tamaruca dijo...

Con Shysh estoy de acuerdo
respecto a escribir en verso,
para mi imposible sería
aunque él rima con alegría.

:D

Mario Luque dijo...

Pues yo, aunque flipado,
por esta historia he quedado,
aún sigo sin ver sentido,
a lo que aqui he leído...

Anónimo dijo...

AUNQUE EL FILO RALLE...

Creo que Jekill y Hide se quedan cortos,
que no es tan sencilla ninguna mente,
ni tan triste la opción: rata o serpiente.
Piensa, Peter Pain, que hay mil abortos

por cada amanecer en que renaces:
Mil gestos, proyectos, ideas felices,
riesgos, citas... todo pasto de lombrices.
Piensa, Peter Pain, que hay mil disfraces

pero una sola piel cada mañana.
¿Cuál te vistes? ¿Elegante o de calle?
¿O asumes lo que dicte la ocasión?

¿Y no será mejor, aunque el filo ralle,
seguir con tu carácter de escorpión,
seguir cortando nudos con katana?